En una mezcla entre Bailando con lobos y Apocalypto, la película El Renacido se presenta como una nueva perspectiva cinematográfica sobre la ocupación de Norteamérica por el hombre blanco y el genocidio de los indios nativos. Es el remake de El hombre de una tierra salvaje (EEUU, 1971), dirigida por Richard C. Sarafian y protagonizada por Richard Harris.
Corre el año 1823. Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) trabaja como guía para tratantes de pieles junto a su hijo mestizo. Tras sufrir un duro ataque por un oso, es abandonado por uno de los hombres del grupo (Tom Hardy), debiendo valerse de su fuerte voluntad como única arma para recomponerse, resistir el hostil invierno y cobrarse venganza.
La película está bien hecha, tiene una fotografía bastante interesante y recrea como pocas el inclemente invierno americano en las montañas, pero sus 156 minutos se hacen muy largos. Lo que la diferencia de películas previas del oeste es la escenificación de una realidad más histórica que lúdica, con unos indios nativos divididos a favor del salvaje colonizador blanco.
Hay varias contradicciones en la película, como la necesidad acuciante de que el protagonista duerma dentro de un caballo para evitar la congelación, habiendo pasado otras noches al aire libre. No obstante, la más llamativa es la ausencia de rigor mortis en un cuerpo después de horas de su fallecimiento en la nieve. Obviando estos detalles, nos quedamos con una destacable película en su género.
√ Rebeca García Agudo