Mujeres, madres y esposas

En mi entorno, las mujeres somos educadas en el estudio, para conseguir un buen trabajo y un sueldo digno en el futuro. No nos enseñan a ser madres ni esposas. No nos enseñan a respetar al marido, a recibirle con una sonrisa cuando vuelve, como nosotras, cansado del trabajo. No sabemos cocinar y algunas tienen el umbral de suciedad y orden al mismo nivel que el de los hombres. Ya no somos mujeres-mujeres: somos mujeres-hombres. Nos hemos equiparado en derechos y deberes a los hombres y eso nos ha aportado un grado de masculinidad. Creemos, además, que el hombre es igual a la mujer, que piensa y actúa como ella. Y no es así. Sigue leyendo «Mujeres, madres y esposas»